Influencias

martes, 29 de marzo de 2005

CARTA DE UN HOMBRE DESESPERADO A LA MUJER DE SU VIDA (Editado)


powered by ODEO

Amor:
Cuando recibas esta carta espero que ya no te importe saber de mí. Me han contado que tu vida marcha sobre ruedas; lo que es la mía, apenas puedo soportarme a mí mismo...
Creo que alguna vez te mencioné que en el tiempo que estuvimos separados aprendí que para recibir tengo que dar, en el sentido de que no tengo que hacer lo que no me gustaría que me hicieran, y vice versa, hacer lo que me gustaría que me hicieran también.
Le envié flores a la vecina de abajo que está en cama, pensando que algún día llegarían flores a mi puerta.

Hace un par de semanas que salgo con una compañera de trabajo, desde el primer día no tuvo reparos en manifestar que quería acostarse conmigo. No es la única. Desde que me dejaste, antiguas conquistas se han acercado a mí con esa clase de intenciones. Años atrás habría dado cualquier cosa con tal de que alguna de ellas me tomara en cuenta, ahora no me interesan, aunque tampoco puedo negar que hay una o dos que valen la pena. De cualquier manera, nada les importa lo que yo sienta, no las culpo, jamás podrían entenderme. Ni siquiera tú pudiste hacerlo. Ellas no se dan cuenta de que pueden tener mi cuerpo, pero mi corazón es tuyo y puedes hacer conmigo lo que quieras. La cabeza puede estar llena de cosas, muchas de ellas totalmente inútiles, pero tú estás en mi alma todos los dias.

Mientras preparaba el desayundo, escuché una canción en la radio y lloré sin parar. Era nuestra canción. En ese momento solo atiné a agarrar la guía telefónica y llamé a todas las mujeres que encontré, haciéndome pasar por un admirador secreto, a cada una le dije que era la persona más especial que haya conocido y que es un honor compartir el mundo con mujeres como ellas. Lo hice pensando que llegará el día que sea mi teléfono el que suene para escuchar ese tipo de cosas.

Salí al parque y le regalé dulces a todos los niños que encontré, para convencerme a mí mismo que no soy tan egoísta como parezco, para no sentirme como un rufián del mundo.
En la calle busqué abuelas para ayudarlas a cruzar, que no se diga que soy indigno de tu amor.
No sabes lo difícil que es vivir sin ti. Tú no entenderás nada de esto, porque tú si has sido amada, tu no tienes que hacer malabares para que la vida te devuelva la mano de todas las buenas o malas acciones que hayas cometido. En cambio a mí..., no sé si convenga hablar de esto. A nadie le interesan las confesiones de un poeta maldito. A mí nadie me ha querido nunca, a excepción de mi madre, pero tu comprenderás que no puedo hacerle el amor a mi propia madre!!!
Subí hasta la azotea del edificio más alto que encontré. Fué toda una odisea, sabes que sufro de vertigo. Sentí desfallecer cuando miré hacia abajo. Mientras me fumaba un pito pensaba que tú llegarías justo en el momento antes de caer, que me tomarías de la mano y que me abrazarías muy fuerte, como nunca nadie lo ha hecho en mi vida. Entonces podría llorar hasta secarme, hasta que desaparezca este nudo que siempre ando trayendo en el pecho y que me perdonarías por ser el idiota que soy...

Pero no llegaste, está lloviendo afuera y yo estoy en una camilla plateada, mientras tu haces como que nunca existí. Sin embargo, yo no podría amar a otra que no fueras tú.

Un beso
Matías.

[O BONDE DO DOM - MARISA MONTE]

Novo dia
Sigo pensando em você
Fico tão leve que não levo padecer
Trabalho em samba e não posso reclamar
Vivo cantando só para te tocar
Todo dia
Vivo pensando em casar
Juntar as rimas como um pobre popular
Subir na vida com você em meu altar
Sigo tocando só para te cantar
É o bonde do dom que me leva
Os anjos que me carregam
Os automóveis que me cercam
Os santos que me projetam
Nas asas do bem desse mundo
Carregam um quintal lá no fundo
A água do mar me bebe
A sede de ti prossegue
A sede de ti...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Su comentario es mi sueldo.