Influencias

domingo, 27 de marzo de 2005

"Rougher" (Más Aspero) - Lois & Elliott Smith

El viento me paraliza. Hace mucho tiempo que no hacía algo como esto. Me fascina el color del cielo a esta hora, sobre todo cuando el crepúsculo cae sobre la carretera. Aunque hoy está un poco nublado y el cielo se ve entre celeste y violeta. Mis amigos estan cerca del auto, escuchando el partido de la selección. Están como locos, como si chile fuera a clasificar para el mundial.
Yo estoy apoyada en esta especie de balcón, mirando el cielo mientras me congelo. Realmente Lois Maffeo tenía razón en su canción, cuando dice "It isn't really so unfair, forgiving if he didn't care". A veces uno perdona sin querer, no se si eso sea bueno o malo, solo se que no pondré la otra mejilla otra vez para recibir otra cachetada. No me gusta perdonar, es una muestra de debilidad.

A lo lejos se escuchan los gritos de nicolás, al parecer ambos equipos están empatando. Sin embargo, mi mente se encuentra en otro lado, para variar. Siento que mi corazón se subió al esófago y está a punto de salir por mi boca; y en mis oídos todo lo que puedo escuchar es la guitarra de Elliott Smith y Lois diciendome "Promise me it wouldn't rougher, Promise me it wouldn't rougher... The feeling that we never met, I loved his letters on the street and breath those ones I tought to keep...". Me pregunto si el Leo estará en su casa haciendo covers de Pink Floyd.

De pronto veo a Felipe que se apoya en esta especie de terraza, en medio de la carretera. Con sus manos cruzadas en actitud de oración, pero no está rezando. Por su mirada perdida y su semblante taciturno noto que algo no anda bien. No creo que sea por el empate de Chile frente a Uruguay. No anda pateando la perra como Tomás...

Me temo que se toma demasiado en serio las palabras, antes yo también cometía ese error. Pero las palabras no son nada más que subconjuntos del abecedario; y en el caso de los monosílabos, son productos cartesianos del abecedario.

Hace tiempo ya que comprendí que las palabras no valen nada, que solos son sonidos; que lo que realmente importa son los hechos, los gestos, y las miradas. Por lo mismo es mucho mejor dejarse guiar por la intuición que por las palabras.

Lo curioso de todo es que voy a tener que trabajar con ellas el resto de mi vida. Como no tienen importancia, es casi como un juego.
Pero para Felipe las palabras si pesan. Se contradice cuando me dice que está bien, mostrándome una sonrisa falsa en una cara de 5 metros.

Me pregunta si me han amado alguna vez, y le contesto que no tengo la menor idea de como se siente ser amada. Me pregunta como me gustaría que se sintiera si me amaran, y le contesto que si alguien me amara me miraría directo a la cara, directo a los ojos y sabría lo que me pasa, sin necesidad de que yo diga absolutamente nada.

Cosa que el Hernán nunca logró en dos años y que un perfecto extraño de tercer año de ingenieria logró a los 20 minutos de conocerme. Felipe me mira como diciéndome "Tú y tus tonteras" cuando le digo que no tiene que tomarse tan en serio lo que la gente dice, y se mantiene lejano, como a unos 5 metros, le molesta el humo de mi cigarro.

nota: Cualquier alcance con la realidad es solo coincidencia...

2 comentarios:

  1. Anónimo17:27

    Hola tamy... gracias por saludarme en su post anterior...
    me gustó mucho su cuento^^
    este semestre el queridísimo le enseñará algo interesante sobre el real valor que tienen las palabras... espero que no se decepcione...

    besos =***

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  2. Anónimo20:02

    Los posteos anonimos no valen...

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