Influencias

lunes, 16 de mayo de 2005

MIEDO

Le tengo miedo a los perros. A las tormentas eléctricas, a los terremotos, a los camiones, a la fuerza pública, a los túneles del metro, a la soledad, a los gitanos, a las calles en bajada, a las motos, a los hombres, al pololeo, a enamorarme otra vez, a la incertidumbre...miedo a los ancianos, a las señoras pesadas, a los micreros...a la gente en general.
Aún así me metí a intrusear a una funeraria, habían unos cinco ataudes. Me metí en uno negro, esa morbosa curiosidad por experimentar que se siente estar muerto, un fetiche de la raza humana.

Era un día nublado, como me gustan a mi. Ideal para pasear en bicicleta, pero me da susto usarla en esta ciudad. Sentí que llegaba gente y me asusté. Cerré el ataúd. A los 5 minutos sentí que este se movía. Aguanté la liturgia del cura por más de dos horas, pensé que jamás terminaría. Me volvieron a cargar, aunque sentí la voz de una mujer que se abalanzó sobre el cajón, llorando. Sentí deseos de salir y consolarla, pero me dio miedo. Estaba asándome a pesar de los 3 grados bajo cero que abrazaban ese día. Ya no podía salir, habían martillado el ataúd.

A lo lejos sentí una canción, estoy casi segura que era la voz de Bob Dylan. Sentí que me balanceaban otra vez y de pronto sentí que me dejaron caer. Sentí la primera palada, la segunda, la tercera...No me percaté cuando todo se volvió silencio. Me dormí cantando la canción de Bob Dylan. Nadie me buscó, ni siquiera salí en el diario, a nadie le importó, pero no tuve miedo. Le tengo miedo a todo en este mundo,a todo, sobre todo a los vivos, pero no a la muerte.

2 comentarios:

  1. Anónimo15:56

    Me dieron escalofríos... me gustó mucho tu cuento... al comienzo creí que de verdad te había pasado, pero a medida que leía me fui dando cuenta de que era un cuento...
    Tu mairina^^

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  2. Anónimo12:24

    me gusto tu historia...
    te siento como una persona lúcida de pensamiento...
    que estes bien poeta...

    SOIDA

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