Influencias

martes, 26 de septiembre de 2006

ORGASMO MUSICAL Nº6: GOING BLANK AGAIN (RIDE)

Lo primero que me llamó la atención de este disco fue su portada. Se ve tan bien en un cd, como en una galería de arte.

No podemos decir que su estilo es muy rockero, pero tampoco son tan pop. Son más del área alternativa de fines de los 80 (se formó en Oxford, Inglaterra, en 1988). Incluso el disco comienza con el tema “Leave them all behind”, con un teclado muy The Who, y al mismo tiempo un sonido muy The Cure, pero, sin duda, mucho más melódico. En cuanto a tendencia, son de la línea de My Bloody Valentine, además coinciden en la época.

No en vano el mismísimo Gustavo Cerati les plagió el tema “Chrome Waves” (en la zona aparece como Misil en mi Placard es una vil copia…)

Acá puedes escuchar el tema...


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Como pueden escuchar,tienen un sonido bastante New Wave, pero sin la parafernalia estética de aquellos añejos tiempos, salvo los pepinos de la portada, que por lo demás, es una obra de arte por sí sola.

Lamentablemente, no tienen página oficial, porque el grupo se disolvió en 1996. Una lástima, este es un disco digno de escuchar completo.


RIDE/GOING BLANK AGAIN

  1. Leave Them All Behind
  2. Twisterella
  3. Not Fazed
  4. Chrome Waves
  5. Mouse Trap
  6. Time for Her Time
  7. Cool Your Boots
  8. Making Judy Smile
  9. Time Machine
  10. OX4
nota: el 2001 salió una nueva edición de este álbum con sus respectivos bonus track, en total 14 temas.

sábado, 2 de septiembre de 2006

DAMIÁN (I'M NOT DOWN - THE CLASH.MP3)


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No quiero saber nada con las mujeres. Quiero estar SOLO. Todo empezó cuando la Susana me agregó al Messenger. Es la niña más linda que yo he visto en mi vida, tanto que ni siquiera tengo palabras para describirla. En ese tiempo yo era pendejo, tenía el pelo largo y la chasquilla me tapaba los ojos, me sentaba al final de la sala con los audífonos puestos, no pescaba a nadie, no me interesaba nada, en la cancha siempre estaba en la banca. Era flacuchento, espinilludo y todo el mundo me miraba como si yo fuera un bicho raro, un habitante de Plutón, la casa “Chubi” del sistema solar. Fumaba a escondidas y no cachaba nada de la vida, nada de nada…

Tenía 17 años, y mi meta en la vida no era tanto entrar a la universidad y llegar a ser un weon importante, sino sacarme buenas notas para salir pronto de la opresión escolar (pensamiento en voz alta: ¡SAQUENME LUEGO DE ESTA WEA!).

- Profesora: ¿usted es la mamá de Damián?
- Luisa: sí, ¿qué pasa?
- Profesora: como profesora jefe, estoy muy preocupada por su hijo. Primero no se corta el pelo, viene con zapatillas y usa la camisa afuera. Eso no sería nada, pero no pone atención en clases, si no está dibujando, está durmiendo, se hace el enfermo para no ir a la clase de educación física, llega con olor a cigarro…su hijo no tiene ningún respeto por las normas.
- Luisa: bueno, veo que no soy la única. Con mi marido también estamos preocupados. Se queda hasta las tantas de la mañana haciendo no sé qué cosas en el computador, es como si tuviera un mundo aparte. Estoy pensando seriamente llevarlo al psicólogo…
- Profesora: justamente eso le iba a sugerir…

Locación: Calle Marchant Pereira, esquina Carlos Antúnez, Providencia. Consulta Psicológica.

- Terapeuta: a ver... qué piensan ustedes de lo que le pasa a su hijo...
- Papá: No creo que sea para tanto, es la edad. Debe andar "empotado" con una chiquilla por ahí... Usted sabe, "Hijo de Tigre" pue, jajjajaja.
- Mamá: (irónica) Claaaaro, "Hijo de Tigre", RAYADO, como su padre...
- Papá: Nooo, mire, Damián siempre fue un niño travieso, le gusta andar buscandole la pillería a las cosas, es bandido...
- Terapeuta: bueno, yo a su hijo lo he estado observando un par de sesiones y me temo que el presenta un cuadro depresivo. Por eso los cité, porque me gustaría encontrar algunas causas ¿hace cuanto tiempo que Damián actúa de este modo?
- Mamá: Desde que llegamos a Santiago. El colegio donde lo pusimos no le gustó y ahora está totalmente adicto al computador, tengo que cortar la luz en la casa para que lo apague.
- Terapeuta: Mmm... (anota todo en una libreta).

Cuando no estaba frente a un computador, dibujaba cómics y hacía parodias de todos mis compañeros. En la casa, mi trayecto era de la cocina a la pieza y viceversa. No estaba ni ahí con el mundo exterior, chateaba todo el día con la Susana. Bueno, también bajaba música y leía la zona, pero son detalles.

No sé como salió el tema, pero cara de raja le dije que me gustaba, lo raro es que ella me dijo lo mismo. A ver, esperense… ¿la mina más rica de todo el colegio quería con – migo?, todos estábamos babosos por ella, entonces no me explico por qué, teniendo todas las oportunidades del mundo para estar con los tipos más bacanes, quería estar con un “loser” como yo. Ahí se notó que la mina era rara.

Tuvimos un largo romance por internet, duró como un año el webeo. Curiosamente, en el mundo real no tocábamos el tema, apenas nos hablábamos:

(día Lunes, 7:50 de la mañana. Locación: sala del 3º A)

- Damián: hola Susy…
- Susana: hola…
- Damián: está haciendo frío…
- Susana: mmm…

Quedamos de juntarnos en Estación Central. Estuve dos horas esperando como imbécil...después me resigné y fui a mirar los trenes, caminé por la Alameda hasta la placita de la estación Sta. Lucía. Prendí un pucho (le había prometido que dejaría de fumar), conversé con unos punkys y me fui a echar la talla un rato y a tomar en el San Cristóbal. Llegué en la noche a mi casa.

Eso fue cuando estábamos en cuarto. Pero un día me aburrí y la enfrenté. Le pregunté qué onda y no supo decirme nada. Hasta la graduación, ese día me dejó bien claro que estaba arrepentida, que el Messenger era una tontera y bla, bla, bla. Una “tontera” no dura un año, ni cagando, pero en fin.

En ese momento dije “filo con esta mina”. Me corté el pelo, me dejé crecer la barba y me hice un tatuaje en la espalda; la borré de mis contactos y cambié el PC por una batería, donde podía descargar toda la rabia y la locura que tenía, era una especie de terapia, una liberación. Di la PSU y no tengo idea cómo, quedé en diseño gráfico. Con mis amigos de la u formamos una banda de rock y tocamos en algunos pubs de vez en cuando.

Todo iba bien, hasta el sábado. Esa noche, tocamos en el “EstorBar”, como una hora. Preparamos un cover de los Clash y dejamos la cagá. Cuando nos bajamos del escenario, agarramos una mesa y pedimos unas chelas. El Seba nos contaba el destino de la plata que se ganó en el casino de Viña:

- Seba: Weon, fui a la Fender y toqué las guitarras que se te ocurran…
- Rorro: naa, puta el saco wea bacán…
- Damián: ¿y por cuál te decidiste?
- Seba: no sé, la Telecaster igual está piola…
- Damián: no, si suena la raja, pero si te vai a gastar un palo y medio, cómprate una guitarra más versátil, no se po’…una Gibson SG, la Strato…la Telecaster igual es buena, pero si la tocai limpia. En cambio, con la otra podí usar el efecto que querai, la Stratocaster está diseñá pa sonar la raja como sea y en las manos de quién sea…
- Rorro: ¿Y usté, compañero?, ¿no ha pensado en cambiar los tarros, todavía?
- Damián: no sería malo…, ahora que lo pienso me compraría una Pearl, con dos platillos adicionales.
- Rorro: ¿Y pa qué chucha querí dos platos más?
- Damián: pa tocarlos al revés, po’…vivo. Ahora, ¿de donde podría sacar la plata?
- Rorro: (que siempre sale con sus tallas desatinadas…) Obligao’ a salir a putear, compañero! Jajajaja
- Damián: naa más po’ jajajaja
- Seba: jajajajaja (pausa larga). Oye, esas minas nos están mirando hace rato…

En efecto, las niñas de las mesa del frente nos echaban el ojo. Una de ellas tenía cara conocida. ¡Me corto un…! ¡La Susana! Me doy vuelta y me hago el weón. Ya era tarde, de pronto su pelo castaño llegó a mi lado y me dejó un papel encima de la mesa: era su correo electrónico y su teléfono. Me caí de Ass… Ella se fue.

No sabía que hacer. Seguí haciéndome el loco y jugaba con el papel en mis manos (pensamiento en voz alta: si me dio sus datos, quiere decir que no me reconoce, no sabe que soy el Damián). Mientras los chiquillos seguían conversando, sentí la tentación de hacer un barquito de papel, pero me contuve. Me cuestioné si era correcto llamarla después de lo que pasó en el colegio.

Como el Seba vive a dos cuadras de mi casa, llegamos juntos a las 6 de la mañana del día siguiente. Caminábamos por Gran Avenida hasta que me lanzó la pregunta del millón…

- Seba: ¿la vai a llamar?
- Damián: no sé weon…la conozco de antes.
- Seba: con mayor razón. Quiere decir que le gustas hace tiempo.
- Damián: en realidad, yo busco una mina más auténtica… pensar que en el colegio habría matado por esta información…

Saqué el papel de mi bolsillo, lo miré y lo arrugué en mis manos. El Seba se dio vuelta a mirarme, mientras el teléfono de la niña más linda que he visto en mi vida, caía directo al tarro de la basura.



sábado, 26 de agosto de 2006

ORGASMO MUSICAL Nº5: UP THE DOWNSTAIR (PORCUPINE TREE)



Sólo tengo tres adjetivos para definir el sonido de esta noventera banda de rock progresivo: bipolar, nostálgica y onírica.

Bipolar, porque algunas de sus canciones empiezan tranquilas, como si uno estuviera en la carretera, caminando en medio de la lluvia. Hasta que salen la guitarra y la batería haciendo lo suyo.


Nostálgica, porque sus letras hablan de soledad, de lo que se siente cuando uno se inyecta heroína (como en la canción "Fadeaway") y de lo lluvioso que puede ser Londres cuando no pasa ningún taxi ("London") También hay otras más existenciales, como "Strip the Soul" . Sin duda, esta es la fortaleza de Porcupine Tree: ellos se van en la volada y uno se deja llevar por la imaginación.

Finalmente, onírica, porque algunas melodías suenan como si uno estuviera soñando y otras suenan como si uno estuviera en el espacio, flotando en la vía láctea..., notable logro del teclado y de la guitarra electroacústica, este es el caso de "Small Fish":




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Haciendo un poco de historia, su primer trabajo fue el disco "In the sunday of life" en 1992. Son interesantes porque mezclan un poco de Trip Hop (como buenos británicos), metal, rock progresivo y cualquier sonido que se les ocurra (salvo cumbia, axé o reggeton). Su líder, Steven Wilson ha producido algunos discos de Opeth, incluso participa en el tema "Harvest", del disco "Blackwater Park".


PORCUPINE TREE/UP THE DOWNSTAIR /1993


  1. What are you listening to...
  2. Synesthesia.
  3. Monuments burn into moments.
  4. Always Never.
  5. Up the downstair.
  6. Not beautiful anymore.
  7. Siren.
  8. Small Fish.
  9. Burning Sky.
  10. Fadeaway.

viernes, 25 de agosto de 2006

RENATA


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Mi nombre es Renata Pérez. "Rena" pa' los amigos y pa' los puntudos. Tengo 32 años y vivo sola. Bueeeno, con el Aramis, mi gato. ¿Mis signos zodiacales? Soy Leo en el horóscopo occidental y Tigre de Fuego en la astrología China. Mi planeta regente es Marte, "el planeta rojo", así veo todo cuando tengo rabia y quiero matar a todo el mundo, pero no creo en horóscopos. Llevo 5 años haciendo lo mismo, mi destino no ha cambiado un ápice desde entonces, pero en mi profesión, eso puede cambiar en cualquier momento: trabajo en Investigaciones. Sí, soy "rati", ¿algún problema con eso?

Podría tirarme flores y decir que resuelvo casos de gran envergadura con Interpol y que me levanto todos los días para salvar a mi país. La verdad es que atrapo puros patos malos y traficantes. El caso más importante que he resuelto en mi vida ha sido, CON CUEA, organizar allanamientos y una que otra redada, todavía no me tiro de un helicóptero como en las películas. De "Santiasco" lo que más conozco son las poblaciones conflictivas. Mi campo de acción es Plaza Italia hacia abajo, nada de "mundillo-Bilz&Pap-farandulero-high". Trabajo en la dura realidad, esa donde la gente hace malabares con 150 lucas para llegar a fin de mes, y donde otros se cansaron de ser pobres y se dedicaron al tráfico de Marihuana mezclada con caca de perro, Cocaína aumentada con talco y Pasta Base.


Suena emocionante y arriesgado, pero es así sólo cuando estoy en servicio. Mi vida de civil es tan monótona como la del común de los mortales. Solterona por decisión propia, no sirvo para estar en pareja, no me gusta que invadan mi espacio. Vivo en el 10º piso de un edificio, por razones de seguridad, nunca doy la dirección. No me gustan las tarjetas de crédito. Para mi, la palabra "Visa" significa "documento otorgado por una embajada para entrar a otro país" cuando para otros significa "sistema de crédito en cuotas emitido por una institución bancaria". Tengo chequera pero jamás la uso, no soporto las deudas.


Todos los días me levanto a las 6 en punto. Prendo el calefon y le doy comida al Aramis, mi mosquetero favorito. Me ducho, me visto y evito a toda costa mirarme al espejo. Prendo el televisor para escuchar las noticias, mientras le echo café a la taza y luego el azúcar. La apago cuando sale el Camiroaga hablando mil burradas por minuto.


A veces quiebro la rutina y echo primero el azúcar y después el café. Tomo mi cartera y corro por todo el departamento apagando luces y cortando el gas. A las 7:30 voy en el metro, leyendo el diario y comiendo un alfajor de tres capas.

martes, 1 de agosto de 2006

Fragmento

(Pamela, Javiera y Matías caminan por las calles de Valparaíso, buscando dónde comer).

- Matías: chiquillas, el mercado está re cerca…

- Pamela: ¡pioooolaaa!

- Javiera: Aaaahhh, qué lata…¿por qué no buscamos un McDonald o un Kentucky?

- Pamela: no seai lesa, aprovecha de conocer lugares tradicionales.

(Entran al mercado y se acomodan en un local, Matías pide pescado frito; Pamela, un mariscal y Javiera, empanadas de queso, además los tres piden un pipeño. Entra un anciano cantando y tocando guitarra).

- Pamela: te presento Valparaíso, amiga.

- Javiera: igual debimos ir a un mall, acá no está muy limpio que digamos.

- Matías: de todos los años que vivo acá, jamás me he enfermado de la guata comiendo en el mercado.

- Pamela: además, si visitas una ciudad típica, como Valparaíso, Chillán, Pomaire o Cañete, no puedes dejar de comer productos del mar, cazuelita, empanadas o pan amasado con pebre. Si vas a comer hamburguesas con papas fritas en un “mierdonald”, para eso mejor te quedas en Santiago. Siempre que estoy en alguna ciudad, lo primero que hago es ir a meterme al mercado…

(El anciano de la guitarra termina de cantar la joya del pacífico, Pamela aplaude a rabiar).

- Matías: podría tocarse una cueca chora este caballero.

- Pamela: ¿no querí al tío Lalo Parra con el Álvaro Henríquez, también?

- Matías: no es malo…

- Javiera: que son pintorescos, ustedes…

- Pamela: yo soy guachaca, mijita, y a mucha honra.

- Matías: ¡Te apoyo! Oye, está rico este pipeñito…

- Pamela: la dura…









jueves, 25 de mayo de 2006

Playing in winamp: Tom Petty spotyka Debbie Harry - Pidzama Porno.mp3

Me llamo Bruno. Soy periodista y escribo para Rolling Stone, también tengo una columna, “El Outsider Romántico”, donde analizo las viejas influencias de las nuevas bandas que van surgiendo en un tono más bien nostálgico. El mote fue idea de mi editor, a mi no me gustó como nombre para mi columna, lo encontré muy egocéntrico y mamón. El sobrenombre partió en un asado en la casa del “care ná”, cahuinero de profesión y fotógrafo de oficio. Esa semana terminamos la edición de las leyendas de los ‘70, cuyo reportaje acerca de Lou Reed y Velvet Underground fue escrito con mis propios deditos. Lo describí como un tipo solitario, loco, alguien que no se interesa por las costumbres sociales ni con seguir modelos, etc, etc… y agregué la frase “es un outsider romántico”. De ahí no pararon de decir que ese perfil me quedaba como ají al pebre.

Vivo solo, en un departamento chico, así no tengo que preocuparme del aseo. Tampoco tengo muchos muebles, lo estrictamente necesario, no me gusta eso de llenar la casa de chiches, tal vez porque en mi infancia viví en una casa llena de adornos. Al lado del computador siempre tengo una foto de la Anita, mi polola. Parece ruda, pero en el fondo es tierna, se viste de negro, pero no es gótica, se mira al espejo y se encuentra fea, pero es más linda que el sol, es metalera pero igual encuentra rico a Miguel Bosé y una vez la encontré cantando una canción de Miranda…Eso sí, rockera como buena novia de reportero de RS tiene la discografía completa de Iron Maiden en vinilo. Me casaría con ella.

Amo a la Anita, y amo también la música. La escucho desde que me levanto hasta que me acuesto y no me aburro jamás. Cuando niño era la única forma de conectarme con mi papá, a 700 kilómetros de distancia, ahora es mi forma de vida. Todo el mundo dice que somos iguales, pero él es el rockero viejo, de la generación de los Beatles, de los que conocen a King Crimson y no dudaron gastarse 50 lucas para ver por única vez en la vida a los Yes en vivo, de los veteranos que aprendieron a tocar guitarra con Led Zeppelin en plena dictadura, el que arma las bandas y toca en pubs de vez en cuando sacando aplausos del público...mientras yo solo soy un periodista nerd que escucha música por no tener el talento para crearla, de nuevo se comprueba que en casa de herrero…cuchillo de palo. Mientras mi papá se peina con las guitarras desde los 13 años, yo con suerte aprendí a tocar flauta dulce en el colegio, definitivamente dedos para el piano no tengo.

“¡MIRA, si de lo único que se preocupan estos tipos es de la pinta!, ¡estos grupitos que salen ahora, son unos pretenciosos vendidos al sistema!” Eso piensa mi viejo de la música que escucho yo. Nunca he sido de una sola tendencia, siempre fui Hegeliano para escuchar música: si por un lado me gusta toda la rama del grunge, también me gusta un poco la electrónica, si por un lado me gusta Beck, por el otro me gusta Depeche Mode, si por una parte me gusta Tool, por otra me gusta The Cure. Me gusta David Bowie y The Clash, y a mucha honra, mierda…Eso sí, de mi generación, somos bien pocos los que conocemos a Tom Petty and The Heartbreakers.

Los cabros de la pega están equivocados. Yo no soy un “borderline” con onda, ni extravagante, ni siquiera loco…esa comparación que me hicieron con Lou Reed está errada. Mi padre es un adolescente en el cuerpo de un adulto y que habla como anciano, a la vez está medio loco, es solitario y siempre le ha dado lo mismo lo que los demás piensen o digan de él. Al final, mi viejo es el “Outsider Romántico” anónimo por excelencia; el único, el grande, el mío.

lunes, 15 de mayo de 2006

LONELY SOULS - UNKLE FEAT. RICHARD ASHCROFT.MP3


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A veces se siente psicótica, sin tener idea de lo que significa esa palabra. Sólo sabe lo mucho que abusa del trabajo y del tabaco. El suelo está lleno de colillas de cigarro y desde la escalera se ve un gran mosaico en espiral de colillas blancas y cafés. Nada como fumar con esa tremenda melancolía.

Al día siguiente debía tomar un avión a Punta Arenas, estaba viendo la posibilidad de quedarse allá (¡BENDITO TRABAJO QUE ME MANTIENES OCUPADA!). Julieta es psicótica, pero no lo sabe, tanto que no se le nota; mejor dicho, nadie se toma la molestia de notarlo. ¿Acaso importa? A nadie le importó nunca si ella estaba contenta o triste, desde muy niña aprendió a tragarse las lágrimas, no podía soportar la humillación de que la vieran manifestar su humanidad en público. Como adolescente ya era tarde, no tenía idea acerca de manifestación de sentimientos. Ya de adulta se había transformado en una máquina.

Suena el timbre. Es Francisca, una drogadicta lesbiana. Tenía un ácido y quería compartirlo con su “amigui del alma”, aparte de ser hueca era cuica. Se drogaron toda la noche recostadas en la alfombra, Francisca le acariciaba el pelo a Julieta, que se dejaba estar. Le gustaba esa situación a pesar de lo incómodo que resulta tener una amiga lesbiana que se tira al dulce. La Fran se estaba sobrepasando, las dos mujeres pelean, se tiran el pelo y se agarran a garabatos, Julieta la echa, se recuesta en el suelo.

Yo antes no era así. Nunca fui una niña feliz, pero tampoco tenía motivos para estar triste. Perdí la brújula heavy… yo que era una niña tan correcta, tan madura, perdí el control.

Desde los 13 años que pienso en morir, lo ideal es que me atropelle una micro para que parezca un accidente y no un suicidio. Nunca he logrado descubrir de donde vienen mis pensamientos, el origen de mi angustia, sólo se que nada sé, sin embargo no aguanto más. Para mí todos los días son una lucha. Lucha contra el cuchillo que tengo en la cocina, contra la cuerda que tengo guardada en el closet, contra inscribirme en el club de tiro para comprarme una pistola, como la canción (…tengo una pistola, por si un día todo falla, pero no tengas miedo ahora no está cargada…).

No entiendo por qué lloro todas las noches si no tengo motivos para hacerlo, y si yo no puedo entenderlo, no creo que nadie pueda tampoco. Todos los días lucho contra la tentación de tirarme por la ventana (vivo en el décimo quinto piso ¿Para qué estoy aquí si no soy nada? No creo que a “Dios” le dé el cuero para preocuparse de las “viditas” de cada uno de estos huevones que circulan por la calle.”

Ella se levanta del suelo, como todos los días y perdió el avión. Mira por la ventana y no ve nada por culpa de la neblina, la estufa no prende y se envuelve en una frazada. Pone un cd de música clásica en el equipo. Ya en el baño se da una ducha caliente (¡A comenzar el día!), se mira al espejo, se odia porque se encuentra horrible. Se lava la cara en el lavamanos y abre el botiquín, con la esperanza de encontrar un jabón. Encuentra unos frascos de Válium. La oportunidad es irresistible, es ahora o nunca, no sabe como llegaron a su baño. En la cocina toma una botella y la llena de agua, se traga las pastillas una a una, hasta llegar a la número 90, siente el estómago pesado y arcadas, pero resiste estoica. Caminando lento llega a su cama, se acuesta en las sábanas blancas y abraza un oso de peluche (cosa que no corresponde a sus 30 años). El equipo seguía tocando la misma canción una y otra vez.

Julieta se quedó dormida y ahora sueña. Sueña con un campo de tulipanes rojos, sueña con que entra el sol por su ventana, sueña con que anda en la misma bicicleta que Audrey Tautou en Amélie por las calles en blanco y negro, el viento le hace volar el pelo a medida que aumenta la velocidad, la luz solar se refleja en los rayos de las ruedas que giran sin parar nunca. Julieta ríe, por primera vez los caminos se cruzan y todo tiene sentido, “Nada puede detenerme ahora”, piensa mientras los niños juegan en el parque. Ellos le sonríen y ella les responde con un beso al aire. La idea es llegar lejos, muy lejos, allá donde los pájaros indican el camino, pero este no termina jamás.

El teléfono suena todo el día, pero Julieta no contesta, porque disfruta de un sueño eterno, todo como una película en blanco y negro. Lejos…el mejor sueño de su vida.

FIN




martes, 28 de marzo de 2006

MARTIN (MI GUITARRA Y VOS - JORGE DREXLER.MP3)


Martín se quedó pegado mirando las estrellas, mientras tomaba mate y fumaba un cigarro. Todavía debía esperar dos horas para que llegara el boliviano que le entregaría los documentos falsos para salir de Chile y la arena se le había metido en los zapatos. No es un criminal. No estafa ni embauca a nadie, no anda dejando guachos por el mundo ni es un asesino, es un tipo simple, pudo haber hecho todo el papeleo en interpol y en la embajada, pero pensó que de ilegal su vida sería más emocionante.

Después del divorcio pasó unos meses en compañía del televisor y su única visita era la del repartidor de Telepizza. Conoció a Rosaura cuando estudiaba derecho y andaba con 300 pesos en el bolsillo; hasta que terminó la carrera con honores y entró a trabajar para una firma importante. Se convirtió en todo lo que siempre dijo que nunca se iba a convertir.De pronto cambió Patronato por el Parque Arauco, ya no era cool que su pareja tuviera tatuajes por todos lados y lo cambió por un psiquiatra de apellido rimbombante y familia tradicional conservadora. Le dijo que no lo amaba y que cada etapa de la vida implica cambios. Según ella, Martín no se adaptó a esos cambios, pero la amaba.

Un día Martín apagó el televisor, se levantó y se dijo a sí mismo "me voy de balsero". No se tomó mucho en serio hasta que preparó el bolso con lo estrictamente necesario, desconectó la línea del teléfono, le dió comida al gato y apagó el calefont. Se despidió de la señora Juanita con un amable "hasta luego", tomó en el ascensor y bajó al piso - 2, dejó el bolso en el asiento trasero de la toyota y emprendíó rumbo al norte.
Martín ahora está en el desierto de Atacama, le sacó el tapiz a la camioneta para abrigarse, ya que la temperatura es bajísima. Pegado estaba, mirando las estrellas, cuando fue iluminado por una luz amarilla que lo cegó cuando lo miró de frente. Era el jeep del boliviano. Le dió el pasaporte y la visa, de ahora en adelante era ciudadano australiano, nacido en Canberra y criado en Victoria. Forrado en la alfombra, guardó el termo y encendió el motor y siguió hasta la frontera que une a Perú, Bolivia y Chile. Como bien dijo Rosaura, "toda etapa de la vida implica cambios".


Un día Martín apagó el televisor, se levantó y se dijo a sí mismo "me voy de balsero". No se tomó mucho en serio hasta que preparó el bolso con lo estrictamente necesario, desconectó la línea del teléfono, le dió comida al gato y apagó el calefont. Se despidió de la señora Juanita con un amable "hasta luego", tomó en el ascensor y bajó al piso - 2, dejó el bolso en el asiento trasero de la toyota y emprendíó rumbo al norte.

Martín ahora está en el desierto de Atacama, le sacó el tapiz a la camioneta para abrigarse, ya que la temperatura es bajísima. Pegado estaba, mirando las estrellas, cuando fue iluminado por una luz amarilla que lo cegó cuando lo miró de frente. Era el jeep del boliviano. Le dió el pasaporte y la visa, de ahora en adelante era ciudadano australiano, nacido en Canberra y criado en Victoria. Forrado en la alfombra, guardó el termo y encendió el motor y siguió hasta la frontera que une a Perú, Bolivia y Chile. Como bien dijo Rosaura, "toda etapa de la vida implica cambios".

lunes, 27 de marzo de 2006

INSOMNE

Juan pasaba horas soñando despierto. Sus noches estaban plasmadas de pesadillas, seres monstruosos, monjas satánicas, rinocerontes de un solo ojo que emergían de aguas servidas, a los que debía enterrar un cuchillo para salvar su vida.

Juan era adicto al café, aunque sus compañeros de trabajo atribuyeran sus enrojecidos ojos cafés a otros estupefacientes. Aprendió a dormitar con los ojos abiertos, para no perder el control de su mente mientras descansaba. De ese modo pudo mantener a raya los designios de sus sueños.

Cuando niño pasó por muchos psiquiatras, pero ninguno dio en el clavo con su problema. Incluso uno diagnosticó que soñaba esas cosas terribles porque tenía una mente criminal.

En las noches caminaba por el puente que cruza hacia el barrio Bellavista, viendo correr el agua contaminada iluminada por la luz de la luna. Desde el fondo escucha el grito de una mujer que lo llama por su nombre.

Con los años, Juan aprendió que los sueños, por buenos o malos que sean, nunca se hacen realidad. Que luchar POR o CONTRA ellos es una pérdida de tiempo, pues el resto de la gente se encarga de mantener los miedos y las aspiraciones de los demás bajo control.

Pero una noche, Juan tuvo una secuencia de pesadillas, incluso algunas que no tenía desde su infancia. Afligido llegó al puente y escuchó el grito de la mujer del fondo. Su voz era dulce, pero desgarrada; afinada, pero desfigurada; aterradora, al mismo tiempo que conmovedora.

Se desvistió en medio del frío de un 8 de junio. Abrió los brazos e inhaló el smog congelado. Se tiró al río en busca de la mujer del fondo. Su cuerpo desapareció entre los escombros del agua; las pesadillas, la sangre, los monstruos y los fantasmas desaparecieron para siempre. Juan por fin pudo dormir y descansar en paz.

jueves, 19 de enero de 2006

CORTOMETRAJES NOCTURNOS

Escena 8, toma 20.
Locación: casa antigua de barrio residencial, Ñuñoa parte antigua o Valparaíso.
Storyboard: dos mujeres: madre e hija adolescente, las dos frente al televisor.


- Madre: es una pena…

- Hija: ¿Qué cosa?, ¿Qué él sea gay? (ambas se miran y la madre afirma con la cabeza).

- Madre: Tiene pinta como de los años 70…

- Hija: Ahhh sí, por el bigote.

- Madre: Sí, así se usaba en esa época.

- Hija: a mi en realidad me da lo mismo. No saco nada con mirar hombres como ese…

- Madre: ¿Cómo?

- Hija: Así po mami, tipos "bonitos" no saco nada con mirarlos si no se fijan en mujeres como yo, buscan "minitas".

- Madre: pero si tu eres muy linda…

- Hija: Siiii, pero ellos se fijan en niñas de chalequito y cartera, que hablen y se rían bajito y yo nunca fui así. A los hombres les gustan las minas que se hagan las weonas y después se quejan de que los gorrean.

- Madre: Ah!, los hombres son tan weones…¡hay unos que se merecen que los caguen!

- Hija: hombres como ese no se fijan en tipas como yo, que se cortan las uñas para no tener que preocuparse de ellas, al contrario de las minas que ellos prefieren, que pasan todo el día frente al espejo. Con hombres así no puedes prender un cigarro tranquila porque altiro te miran feo y yo no tengo vocación de macabea.

- Madre: mijita, esos weones lo único que pueden ofrecerte es una cara bonita, pero no tienen sustancia, ¡menos si son de tu generación!, ¡esos son los peores: malcriados, consentidos, llorones y polleruos!

- Hija: no buscan mujeres para quererlas, sino para lucirlas y quebrarse con sus amigos. Es una cuestión de status…

- Madre: Yo siempre te lo he dicho: tu futuro no está aquí, está afuera, con alguien que te muestre el mundo, otras culturas, no cualquier patipelao del barrio. Si algún día te casas con un chileno y de tu generación, estás condenada a tener una suegra encima, porque él siempre hará lo que diga su mamá, si no me crees es cosa de ver a tus tíos.

- Hija: por qué no nací en los años 20, donde las mujeres no se maquillaban en público por vanidad, sino sólo para molestar a los hombres.









(Guys like me - aimee mann.mp3)