Influencias

domingo, 21 de noviembre de 2010

Recomendaciones para subirse a la cleta (Señor automovilista, respéteme por favor!!!)



Un documento elaborado por el Servicio Nacional del Consumidor (no sé por qué lo hicieron ellos, pero en fin), entrega las siguientes recomendaciones al transitar en bicicleta por la calzada:

- Uno de los puntos importantes de andar en cleta por la calle es que uno tiene que procurar ser visto por todos los que transitan la vía (automovilistas, motoqueros, otros ciclistas, triciclos, etc).

- Demás está decir que en la noche (desde media hora antes del ocaso) es obligatorio el uso de la luz roja de atrás y de ropa reflectante.

- Nunca se oculte detrás de buses o camiones para protegerse del viento ni cambie constantemente de pista. Hay que ser el Sultán de los weones giles para pegarse al bus oruga del Transantiago y quedar en el famoso "punto ciego" de los otros vehículos, ¿no cree usted?

- Tenga cuidado con las tapas de alcantarilla, las junturas de puentes, los rieles, las superficies metálicas, los adoquines y las calzadas húmedas. Pueden ocasionar una caída. Es tan fácil decirlo... Peor, ESCRIBIRLO EN UN DOCUMENTO OFICIAL (Por eso el Gobierno de Chicle se va a poner las pilas y va a nivelar el pavimento de Vicuña Mackenna, desde Plaza Italia hasta Plaza Puente Alto).

- Nunca use su personal estéreo mientras va en bicicleta. Usted debe estar atento a las condiciones de la vía, igual que cualquier conductor o peatón. A ver... Paren. ¡¡¡¿¿PERSONAL ESTÉREO??!!! O sea, hello! Tierra llamando al Sernac, vamos como en la quinta generación del Ipod.

- Evite transitar muy cerca de vehículos estacionados o detenidos. Si repentinamente alguien abre la puerta, tal vez usted no alcance a esquivarla. En Santiago de Shile, es muy probable que esto pase.

- Cuando desee virar o cambiar de pista, asegúrese de que no venga algún vehículo detrás suyo. De todos modos, haga una clara señal con su brazo.

- No se puede circular en grupos de más de dos en fondo. Durante la noche y cuando la visibilidad es escasa, además de en los túneles, puentes y pasos bajo o sobre nivel, los ciclistas deben transitar en fila india.

- Si bien los ciclistas deben conducir con mucho cuidado y respetando las normas del tránsito, los conductores de vehículos motorizados deben tener en cuenta la vulnerabilidad de quienes se desplazan en dos ruedas. Las consecuencias de un simple topón obviamente no serán las mismas entre dos autos que entre un auto y una bicicleta. ¿Comprendió lo que acaba de leer, señor conductor de vehículo motorizado (auto tuneado/camioneta Dodge/chofer del Transantiago/Taxista/Colectivero y afines)? ¿Se lo explico con manzanitas?

- Es muy peligroso sujetarse de un vehículo en movimiento o de otro ciclista. Insisto: hay que ser el Gerente General de los...

- Las luces son obligatorias. Su bicicleta debe tener un foco que proyecte luz frontal, blanca o amarilla, y una luz roja fija en la parte trasera.

Detalles importantes a considerar:

- Las bicicletas no pueden usarse para llevar mayor número de personas para las que fue diseñada y equipada.

- En las zonas urbanas, es obligación usar casco protector.

- Si se señalan vías exclusivas para el tránsito de bicicletas, sus conductores sólo deben transitar por ellas. (Aunque la ciclovía sea como el lolly).

- Los ciclistas no pueden transportar cargas que le impidan mantener ambas manos sobre el manubrio y el debido control de la bicicleta o su estabilidad. Cero posibilidad de enganchar el remolque o la casa rodante, pues linda.

 - Los ciclistas deben respetar las señales y reglas del tránsito (semáforos, signos pare etc.) y hacer las señales manuales necesarias para virar.

Bueno, espero que esta información les sirva, sobre todo a los que andan en auto, que a veces no tienen idea y ven al ciclista como un estorbo en el camino.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Cuanto Pesa el Corazón [DAISY AND PRUDENCE - ERIN McKEOWN.MP3]



Mi nombre es Angela, tengo 75 años y todo un camino recorrido, y que llevó a un punto donde yo realmente no quería estar. Escribo esta carta con mi propia letra y la meto en esta botella de vidrio para lanzarla al mar, y de ese modo, espero que llegue a algún lugar recóndito de algún océano desconocido, cerca de las ciudades que siempre quise visitar.

Estoy en la orilla de esta playa completamente sola. Nunca tuve hijos, pero no porque no los quisiera, sino que nunca me sentí realmente capaz de criarlos y de convertirlos en personas. Siempre pensé que podría estar preparada a los 27, después a los 30, 40... Hasta que se me fue el tren.

En todos los años que viví, creo que mi error más grande siempre fue hacer lo que otros querían.

Al contrario, hice todo lo que la sociedad me exigió: fui la estudiante modelo, entré a la universidad, estudié una carrera, me gradué y trabajé 14 horas diarias de domingo a domingo, saqué cuenta corriente y me metí en un crédito hipotecario para comprar una casa que nunca usé, y de esa forma, comprar mi ansiada y anhelada libertad.  

Me siento culpable por pensar esto, pero tal vez por eso no sentí tanta pena cuando mis padres murieron hace 20 años. De un día para otro ya no tenía el problema de tener que elegir entre querer a una faceta de mi padre (la que yo conocía y odiar las demás) o estar obligada a quererlo sólo porque era mi padre. 

De pronto, ya no tenía que soportar las recriminaciones de mi madre y aguantar que me hiciera el vacío cada vez que yo no estaba de acuerdo con alguno de sus caprichos. Sé que tengo mi lugar asegurado en el infierno por decir esto, pero me sentí totalmente aliviada.

Siempre quise ser madre, pero nunca hallé al hombre correcto, ni la casa perfecta con el patio perfecto, ni el trabajo perfecto con el horario perfecto y el sueldo perfecto.

Alguna vez conocí al único que me pidió que me quedara cuando quise mandar todo a la mierda, el único que corrió detrás mío cuando yo salí arrancando de él, pero los planetas nunca se alinearon para que estuvieramos juntos.

Cometí el error de callar muchas cosas, como decirle que fué la única persona que me pidió que no me fuera, que fue el único que no me exigió cosas que yo no quería hacer. ÉL fue el primero con el que me permití sentir algo, y aún así callé.

No le pedí que se quedara cuando él decidió seguir su camino.

Ahora espero que esté bien y que haya sido feliz con las decisiones que tomó.

El corazón pesa alrededor de 450 gramos, pero ¿cuántos secretos es capaz de guardar? A lo largo de toda una vida, ¿cuántas son las cosas que tiene que callar?

Al final de la vida, se supone que una persona debe estar agradecida por todos los momentos vividos, por todas las experiencias, conforme con todas las cosas que hice y agradecida por conocer a toda la gente que me acompañó en este recorrido. Y lo estoy.

Sin embargo, en este momento mi corazón no está lleno de gratitud. Está lleno de dudas, de cosas que no dije, de cosas que pensé y que no debí pensar (pero que no puedo evitar). Está repleto de cosas que me callé y que ni siquiera ahora soy capaz de expresar con palabras.

No me las llevo a la tumba, porque nunca quise una. Me las llevo al agua, quiero que todas las cosas que no dije salgan a la luz, que lleguen a algún lugar lejano y recóndito. En esos lugares donde siempre quise estar.