Influencias

lunes, 27 de abril de 2009

JULIETA URBANA Y HOLDEN CAULFIELD (AVRIL 14th - APHEX TWIN.MP3)



El día estaba nublado cuando Julieta decidió salir al patio del hospital durante el horario de visitas. Al costado de un árbol, frente a la escalera principal que daba a los jardines, un hombre alto, rubio, muy delgado y con las manos en los bolsillos exclamó al verla:

- "¡
Creo en ti, alma mía, el otro que soy
no debe humillarse ante ti,
ni tú debes ser humillada ante el otro.

Retoza conmigo sobre la hierba, quita
el freno de tu garganta,
no quiero palabras, ni música,
ni rimas, no quiero costumbres
ni discursos, ni aún los mejores,
sólo quiero la calma, el arrullo de
tu velada voz!".

- ¡Walt Whitman!, señaló Julieta, reconociendo el poema.

- Tu favorito, amor. Respondió él, besándole el cuello y rodéandole la cintura con un brazo.

Ambos caminaron por los jardines tomados de la mano y se ocultaron detrás de un árbol, a orillas del lago.

- Pensé que no vendrías, que estabas avergonzado...

- Tu padre me contó todo... Amor, yo me casé contigo para amarte, respetarte y protegerte en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza.

Expresó él con las manos en los bolsillos y mirando al cielo, pensativo.

- O sea estás aquí por obligación.

- Si lo sintiera como una obligación, no me habría casado contigo. Seguiría soltero, viviendo la vida loca.

- Mmm... ¿Mis padres están muy enojados?

- Más que enojados, los veo preocupados... Estoy de acuerdo con ellos en que este no es lugar para ti, mi Julieta.

Ambos observaron las nubes negras que se aproximaban unas a otras.

- ¿Qué has hecho estos días? Preguntó Julieta.

- La editorial me pidió que escriba otro libro.

- Eso está muy bien.

- Estaría bien si me dejaran escribir lo que se me antoje, pero quieren una historia de vampiros y dragones que se enamoran, la típica mierda "Best Seller".
- ¿Qué vas a hacer?

- Mandarlos a la mierda junto con sus vampiros y sus dragones.

- ¿Porqué mejor no escribes la historia de vampiros y las ganancias las utilizas para publicar lo que tú quieres escribir?

- Aaaahhh, mujer inteligente, por eso me casé contigo.

Se quedan en silencio y se miran a los ojos.

Necesito que me hagas un favor, Julieta Urbana... - continuó él, con un marcado acento británico- ¿Crees que puedes decirles a estos matasanos lo que quieren escuchar y salir luego de aquí? Te extraño demasiado, ya no soporto dormir solo y el último capítulo de mi libro está esperando que lo destroces. Ya sabes que no publico nada sin que tú lo revises, además, es el primer libro que escribo como un hombre casado... ¿Puedes hacer eso por mi?

- Soy la esposa de Holden Caulfield, uno de los escritores más promisorios de la última década. Claro que puedo.

- Así me gusta.

- Tú también piensas que estuvo mal lo que hice...

- Qué quieres que te diga, quemarle el bajo a tu ex... lo encontré de pésimo gusto.

- ¿Lo dices en serio?

- No.

- Jajajajajaja.

- Es más, se lo tiene bien merecido. Nadie que te haga rabiar puede escapar ileso de las consecuencias. Por eso te hago reír, porque si te mantengo de buen ánimo, estás más abierta a conversar y negociar. Por eso te amo, contigo todo es cuestión de estrategia, señora Caulfield. Además, ese Esteban no es un tipo muy visionario...

- ¿A qué te refieres?

- Si estos matasanos te declaran loca, legalmente estaré autorizado para administrar todos tus bienes, amor. Pero el muy idiota te cambió por otra. En cambio yo soy una sanguijuela que aprovecha las oportunidades que otros desperdician.


- Eres un loco. Dijo ella, besándolo.


- ¡Y claro que lo soy! Por eso te casaste conmigo. En ninguna parte encontrarás a un tipo más atractivo, educado, culto, inteligente, romántico, apasionado, irónico, sarcástico e ingenioso como yo...
¡Soy una perla en este mar de ostras!

- La humildad hecha hombre, jajajajaja.

- Exacto. Por eso ninguno de tus ex está a mi altura. Ninguno habría sido competencia suficiente para mi. Por ejemplo, ese Romeo... Mira que hacerse el muerto para irse a Padua y quedarse contigo. Yo te habría secuestrado sin más, y te habría llevado a Praga, la ciudad más hermosa de toda Europa y te habría paseado en un Cadillac. Pero no, él se creía muy valiente paséandose por todo Verona con una pistolita en la mano, disparándole a tus primos y creyéndose Michael Corleone.

Después tenemos a Hamlet... "Ser o no ser", todo un filósofo... Sí, creo que con él estaríamos intelectualmente a la misma altura. Pero el desgraciado era demasiado serio y vengativo, y a ti el exceso de seriedad te agobia, mi vida.

Julieta se ríe, pero con cierto desgano. Se queda en silencio, pensativa mirando el agua y lanzando piedritas.

- ¿Tú también piensas que estoy loca, Holden?

Él la tomó de los hombros, la miró fijamente y dijo:

- Lo único que sé, es que me importa un soberano y reverendo rábano lo que la sociedad, "EL RESTO", diga sobre ti. Escúchame bien, Julieta, a mi me importa que seas feliz siendo quien tú quieras ser, y si es conmigo, mejor aún.

Al final, qué importa estar cuerdo o loco, qué saben ellos de nosotros... Somos el uno para el otro, porque sólo nosotros podemos comprender porqué tú eres Julieta y yo soy Holden. Estamos solos en este mundo de gente "normal", estábamos solos contra un mundo que no nos entiende, hasta que por fin nos encontramos el uno al otro.

Así que me tiene absolutamente sin cuidado lo que Esteban y Compañía tengan que decir, que se jodan. ¡TE PREFIERO MIL VECES LOCA QUE TRATANDO DE OCULTAR LO QUE ERES, PORQUE YO TE AMO ASÍ!

Julieta lo siguió mirando embelesada y lo besó.

- Qué pasa ahora, amor... Preguntó Holden.

- Una vez más recordé porqué me enamoré de ti.

- Me voy a volver loco contigo. Le dijo a Julieta en el oído, tomándola del pelo y besándola apasionadamente.

- ¿En serio?

- "La verdadera locura quizá no sea otra cosa que la sabiduría misma que, cansada de descubrir las vergüenzas del mundo, ha tomado la inteligente resolución de volverse loca".

- ¿De quién es esa?

- Heinrich Heine.

- Me gusta.

- Lo sé, la escogí para ti.

- ¡Terminó el horario de visitas! gritaba la enfermera a lo lejos. Cuando Julieta se volteó para despedirse, Holden ya no estaba.

7 comentarios:

  1. Anónimo21:23

    Ese es tu Claudio????

    Que wena!!!

    me gustó!

    Un beso....

    ResponderBorrar
  2. "Pero el desgraciado era demasiado serio y vengativo, y a ti el exceso de seriedad te agobia, mi vida"

    y a quién no digo yo? el tedio es lo peorr

    oye que chori ser la esposa de holden, me gustó

    saludos!

    ResponderBorrar
  3. WOW....TENGO QUE DECIR QUE LLEGUÈ POR ESTOS LARES DE CHIRIPAZO, Y POR ALGUNA EXTRAÑA RAZON ME SENTI IDENTIFICADA...

    ME SACO EL SOBRERO DE COPA POR UD, DOÑA JULIETA...

    VOLVERE PRONTO

    ResponderBorrar
  4. Julieta. Gracias por tu visita y tus palabras en mi blog.
    Un saludo.

    ResponderBorrar
  5. Anónimo14:07

    Hola Julieta,Itochi no hecho de cupido entre tu blog y el mio.
    Saludos,

    ResponderBorrar
  6. Me gusto esa cita..y este escrito..
    Muy bonito
    Un besito y una estrella.
    Mar

    ResponderBorrar
  7. O sea que entre tanta fantasía Esteban en verdad existe... y más aún, te lo funaste por blog! Wow...

    ResponderBorrar

Su comentario es mi sueldo.