Up against your will
Through the thick and thin
He will wait until
You give yourself to him...
The Killing Moon - Echo And The Bunnymen
La historia entre Soledad y Esteban es tan antigua como la biblia, tan añeja, que no vale la pena entrar en los sórdidos y pestilentes detalles de semejante teleserie. Tan lejana, que para ella parece como si lo hubiera soñado, como que jamás pasó en la vida real.
Lo importante aquí es que Soledad dio vuelta la página y cada uno se dedicó a lo suyo. Además, en su casa está prohibido pronunciar "ese nombre con E" por expresa orden de sus padres
María Soledad tiene 22 años, estudia literatura y vive con su familia en una casa idéntica a las otras 230 casas estilo mediterráneo de un condominio cerrado, ubicado en un sitio alejado de la civilización y sin transporte directo en Maipú, La Florida, Macul o Peñalolén. De esos típicos barrios donde la neutralidad política llega al punto de que la mitad de los vecinos vota por Frei para que no gane Piñera y la otra mitad vota por Piñera para que no gane Frei, pero al final los dos candidatos son más de lo mismo.
Soledad tiene que levantarse todas las mañanas "con el dolor de mi corazón", según sus propias palabras, ya que adora dormir. Siempre pone el despertador a las 6 de la mañana, para agarrar el baño antes que su hermana Agustina, que está en primero medio. Al final siempre terminaba levantándose a las 6:30 y tenía que esperar hasta las 7, cuando la Agu por fin lo desocupaba para irse al colegio.
Mientras tanto, solía tomar una taza de café sin la cual no podía funcionar el resto del día. A ésta agrega una pastilla de Actebral, otra de vitamina A, una de vitamina E y una de laxante. El "cóctel" es acompañado con una mitad de pan con palta o huevos fritos, y el noticiero de canal 13 anuncia que ese día hay preemergencia ambiental.
Su ducha dura 15 minutos contados con cronómetro. Se demora más en escoger la ropa que en ponérsela. Se maquilla los ojos, toma su reproductor de mp3, el pase escolar y el celular sin el cual no puede vivir, aunque es muy raro que alguien la llame.
Sale a eso de las 7:45 y saluda con la mano a la "vecina Herbalife" que vive en la casa del frente y se caracteriza por usar la famosa chapita con la leyenda "¿Quiere bajar de peso? Pregúnteme como", incluso en un traje de gala. Todo el barrio la evita, ya que le debe plata a todos los vecinos, incluyendo a los porteros del condominio.
A dos casas vive su prima Rocío de 16 años, con quien los fines de semana se juntan en la pieza de Agustina para observar por la ventana los bíceps y las calugas de Bruno (estudiante de guitarra clásica, 23 años, ex compañero de colegio de Soledad y el sueño de cualquier soltera: alto, buen mozo, trigueño, inteligente, simpático y un largo etcétera) mientras pasa trotando y haciendo ejercicio.
En la casa de atrás vive Ignacio, uno de sus mejores amigos y confidente. Fanático de Jamiroquai, posee dos bajos y una guitarra. Toca en dos bandas. El hecho de que Soledad sea fanática de Foo Fighters (específicamente de Dave Grohl) y Kaki King es mérito suyo. A veces uno de los dos salta la pandereta del patio con un pack de cervezas y una cajetilla de cigarros.
Todo en la vida de Soledad parece normal, tal vez demasiado. "¿Y si dar vuelta la página no es suficiente? En realidad necesito algo más... A veces quiero irme lejos, donde nada me recuerde esa historia, donde pueda ser otra persona con otro presente y otro pasado", piensa cuando va en el metro, camino a clases, escuchando Echo and the Bunnymen.
Lo importante aquí es que Soledad dio vuelta la página y cada uno se dedicó a lo suyo. Además, en su casa está prohibido pronunciar "ese nombre con E" por expresa orden de sus padres
María Soledad tiene 22 años, estudia literatura y vive con su familia en una casa idéntica a las otras 230 casas estilo mediterráneo de un condominio cerrado, ubicado en un sitio alejado de la civilización y sin transporte directo en Maipú, La Florida, Macul o Peñalolén. De esos típicos barrios donde la neutralidad política llega al punto de que la mitad de los vecinos vota por Frei para que no gane Piñera y la otra mitad vota por Piñera para que no gane Frei, pero al final los dos candidatos son más de lo mismo.
Soledad tiene que levantarse todas las mañanas "con el dolor de mi corazón", según sus propias palabras, ya que adora dormir. Siempre pone el despertador a las 6 de la mañana, para agarrar el baño antes que su hermana Agustina, que está en primero medio. Al final siempre terminaba levantándose a las 6:30 y tenía que esperar hasta las 7, cuando la Agu por fin lo desocupaba para irse al colegio.
Mientras tanto, solía tomar una taza de café sin la cual no podía funcionar el resto del día. A ésta agrega una pastilla de Actebral, otra de vitamina A, una de vitamina E y una de laxante. El "cóctel" es acompañado con una mitad de pan con palta o huevos fritos, y el noticiero de canal 13 anuncia que ese día hay preemergencia ambiental.
Su ducha dura 15 minutos contados con cronómetro. Se demora más en escoger la ropa que en ponérsela. Se maquilla los ojos, toma su reproductor de mp3, el pase escolar y el celular sin el cual no puede vivir, aunque es muy raro que alguien la llame.
Sale a eso de las 7:45 y saluda con la mano a la "vecina Herbalife" que vive en la casa del frente y se caracteriza por usar la famosa chapita con la leyenda "¿Quiere bajar de peso? Pregúnteme como", incluso en un traje de gala. Todo el barrio la evita, ya que le debe plata a todos los vecinos, incluyendo a los porteros del condominio.
A dos casas vive su prima Rocío de 16 años, con quien los fines de semana se juntan en la pieza de Agustina para observar por la ventana los bíceps y las calugas de Bruno (estudiante de guitarra clásica, 23 años, ex compañero de colegio de Soledad y el sueño de cualquier soltera: alto, buen mozo, trigueño, inteligente, simpático y un largo etcétera) mientras pasa trotando y haciendo ejercicio.
En la casa de atrás vive Ignacio, uno de sus mejores amigos y confidente. Fanático de Jamiroquai, posee dos bajos y una guitarra. Toca en dos bandas. El hecho de que Soledad sea fanática de Foo Fighters (específicamente de Dave Grohl) y Kaki King es mérito suyo. A veces uno de los dos salta la pandereta del patio con un pack de cervezas y una cajetilla de cigarros.
Todo en la vida de Soledad parece normal, tal vez demasiado. "¿Y si dar vuelta la página no es suficiente? En realidad necesito algo más... A veces quiero irme lejos, donde nada me recuerde esa historia, donde pueda ser otra persona con otro presente y otro pasado", piensa cuando va en el metro, camino a clases, escuchando Echo and the Bunnymen.
Al menos cuando tuvo el bajón estaba viva, sentía, a veces la rutina es mas achacante que un corazon destrozao....
ResponderBorrarun abrazo
Pd: Donnie Darko es la raja!!!
peiné la muñeca y hasta el final, ja
ResponderBorraruff....
ResponderBorrarme relaciono tanto que me llega a dar nervios...
es como una autobiografía de alguien que se parece más a mi de lo que me gustaría reconocer....
dar vuelta la pagina siempre ayuda...pero nunca es suficiente....
Soledad...mas que un nombre, una realidad.
ResponderBorrarSi fueramos las personas nuestros nombres, cuantos santos y cuantos diablos mas no estarian sueltos.
Amena entrada, amena. Y veo que te gusta The Royal Tenenbaums. Excelsa pelicula :)
Saludos.
-L.
http://diariomalnacido.blogspot.com
http://orgasmo-agridulce.blogspot.com
'muy tarde para rogarte o cancelarlo'
ResponderBorraravanzar de a pocos
o dar saltos enormes
seguir el ritmo
o romper la línea
fate is a decision, i guess
No tengo tantos seguidores en blogger.. te gustaria ser uno mio? te mando un gran saludo.. espero visites mi blog.. hasta luego ^^
ResponderBorrarMaría Soledad... María Soledad... María Soledad... María Soledad...
ResponderBorrarCreo que en alguna vida tambien fui María Soledad...
el vecino sexy!!!!
ResponderBorrarcuando lei el texto me acorde inmediatamente de el...
si tan rico que es!!!!!
tanto tiempo q no postea mija....
ResponderBorrar'ta bien???
ojalà que si y que se aparezca por estos barrios blogetros en un futuro proximo....
salutaciones!
que tal!! despues de un tiempo he regresado...
ResponderBorrarun abrazo..