En la tarde mi mamá me comentó que mi viejo se sintió mal, que en la mañana tenía problemas para respirar.
- Seguramente le pasó algo al "caballero" y está teniendo un presentimiento. Comenté pensando en una visita al hospital o una baja de presión. Los ancianos suelen convertir los centros de salud en su segunda casa y adoptan a sus médicos de cabecera como un hijo más, como el descendiente depositario de su más absoluta confianza, su mano derecha.
Mi padre estaba viendo el partido de Chile contra Uruguay.
- El gusto de ver como pierde Chile... Le dije con pica por quitarme el control remoto del televisor.
- Sí, es que soy masoquista. Contestó con su característica carcajada socarrona.
Tres horas más tarde, mi mamá entró a mi habitación.
- ¡Eres una bruja! ¡BRUJA! ¡Mil veces BRUJA! Me gritó con el rostro desfigurado, esquizofrénico.
- Pero mamá, qué te pasa...
- Murió tu abuelo.
Sentí miedo de mi misma y un poco de pena. Siempre tuve la secreta esperanza de que me pidiera disculpas por hacerme sentir excluída y rechazada en su porquería de familia, desde que nací. En realidad, nunca me importó mucho que no me tratara como nieta (como sí lo hizo con mis primos), pero hay cosas que no se le hacen a un niño.
De pronto reaccioné. Me puse una camisa encima del piyama y bajé al subterráneo, donde mi viejo estaba sacando el auto. Corrí y grité, pero no pude alcanzarlo, no pudo escucharme. Tomé el ascensor, entré volando al departamento para despedirme de "Mike", ducharme, ponerme lo primero que hallé en el clóset y salí en busca de una micro, un taxi o lo que fuera.
Debía llegar a esa casa a cualquier costo, con la certeza de que en ese lugar yo era la única que quería realmente a mi papá. No me equivoqué, ahí sólo se podía confiar en mis primos.
Después de esperar colectivo por más de media hora, tomé la primera micro "barbie" que salió del estacionamiento del Florida Center. En el camino rogué para que la Karen estuviera ahí y no estar sola si llegaba "El Innombrable", "El Susodicho", "Pola" o "El Nieto", como solíamos llamarlo entre risas, cigarros y pelambre.
- Menos mal que el weón no vino, a la hora que se le ocurra dirigirte la palabra, te acriminai, te lo van a tener que quitar con los pacos. Yo a vo' te creo capaz de dejarlo eunuco, jajajaja, el primer "Machicidio" de este año... Señaló ésta con su improvisada sabiduría.
En Gran Avenida tomé el primer colectivo que me dejara en el paradero 20. Por primera vez no sentí miedo de caminar esas eternas ocho cuadras hacia el oriente, sola a las 11 de la noche. Cuando llegué, mis tíos me recibieron como la sobrina pródiga que no les hablaba hace casi dos años.
Una de ellas me tomó el brazo y me llevó a mirar el cadáver a la fuerza. Los demás rodeaban la cama y lo tocaban como si fuera un ángel o un santo. Yo no quise hacerlo, no sentí nada.
Los Buitres de la funeraria estaban en el comedor, vestidos como contadores y cobrando por sus servicios con una psicología admirable, hasta que llegó el momento de poner al fallecido en el ataúd.
Lo transportaron envuelto en una sábana y lo depositaron en aquel cajón con delicadeza. Sus hijos le sacaron la argolla de matrimonio para evitar saqueos "post-mortem", le pusieron un rosario y las médallas que obtuvo en la Armada. En ese momento recordé lo mucho que me molesta ser nieta de milico.
Mi prima de 12 años me abrazó llorando, ante tan cruel escena. Supongo que en esa sala yo era la única con la cabeza fría para poder contenerla.
- Javi, vamos al patio. Le propuse, tratando de evitar que su infantil cabecita retuviera esa imágen.
- No, yo me quiero quedar con mi abuelito. Respondió ella, abrazándome más fuerte.
Su tío, "El Innombrable", tuvo la decencia y la deferencia de no asistir.
- Tres cheques. Le explicaba el Buitre a una de mis tías, mientras su compañero sellaba el ataúd con un soplete. Mañana puede solicitar el certificado de defunción y con ese papel tramita la orden de sepultura en el cementerio... Con esa frase terminó su cátedra mortuoria el Buitre-en-Jefe.
Más tarde comenzaron a llegar las primeras coronas de flores para "Duro de Matar" o "Bruce Willis", como sus propios hijos bautizaron al anciano de 79 años, siete by-pass y tres infartos al miocardio en su historial médico.
Abracé a mi padre, quien me contó la historia de las medallas.
- La primera se la dieron cuando ascendió a Sargento primero; la segunda, cuando ascendió a Suboficial Mayor y la tercera se la ganó por estar en servicio activo el 11 de septiembre de 1973.
Prefiero pensar que no estaba orgulloso de esa última condecoración. Esa fue una de las tantas paredes que nos impedía tener una relación abuelo-nieta y que mi papá tanto trató de forzar.
Mis tías trataron de llenarme con pan y café, mientras el resto fumaba en el jardín. En esta familia a nadie le interesa el cáncer al pulmón, ni los infartos al miocardio, ni los by-pass, ni Don Miguel.
- Seguramente le pasó algo al "caballero" y está teniendo un presentimiento. Comenté pensando en una visita al hospital o una baja de presión. Los ancianos suelen convertir los centros de salud en su segunda casa y adoptan a sus médicos de cabecera como un hijo más, como el descendiente depositario de su más absoluta confianza, su mano derecha.
Mi padre estaba viendo el partido de Chile contra Uruguay.
- El gusto de ver como pierde Chile... Le dije con pica por quitarme el control remoto del televisor.
- Sí, es que soy masoquista. Contestó con su característica carcajada socarrona.
Tres horas más tarde, mi mamá entró a mi habitación.
- ¡Eres una bruja! ¡BRUJA! ¡Mil veces BRUJA! Me gritó con el rostro desfigurado, esquizofrénico.
- Pero mamá, qué te pasa...
- Murió tu abuelo.
Sentí miedo de mi misma y un poco de pena. Siempre tuve la secreta esperanza de que me pidiera disculpas por hacerme sentir excluída y rechazada en su porquería de familia, desde que nací. En realidad, nunca me importó mucho que no me tratara como nieta (como sí lo hizo con mis primos), pero hay cosas que no se le hacen a un niño.
De pronto reaccioné. Me puse una camisa encima del piyama y bajé al subterráneo, donde mi viejo estaba sacando el auto. Corrí y grité, pero no pude alcanzarlo, no pudo escucharme. Tomé el ascensor, entré volando al departamento para despedirme de "Mike", ducharme, ponerme lo primero que hallé en el clóset y salí en busca de una micro, un taxi o lo que fuera.
Debía llegar a esa casa a cualquier costo, con la certeza de que en ese lugar yo era la única que quería realmente a mi papá. No me equivoqué, ahí sólo se podía confiar en mis primos.
Después de esperar colectivo por más de media hora, tomé la primera micro "barbie" que salió del estacionamiento del Florida Center. En el camino rogué para que la Karen estuviera ahí y no estar sola si llegaba "El Innombrable", "El Susodicho", "Pola" o "El Nieto", como solíamos llamarlo entre risas, cigarros y pelambre.
- Menos mal que el weón no vino, a la hora que se le ocurra dirigirte la palabra, te acriminai, te lo van a tener que quitar con los pacos. Yo a vo' te creo capaz de dejarlo eunuco, jajajaja, el primer "Machicidio" de este año... Señaló ésta con su improvisada sabiduría.
En Gran Avenida tomé el primer colectivo que me dejara en el paradero 20. Por primera vez no sentí miedo de caminar esas eternas ocho cuadras hacia el oriente, sola a las 11 de la noche. Cuando llegué, mis tíos me recibieron como la sobrina pródiga que no les hablaba hace casi dos años.
Una de ellas me tomó el brazo y me llevó a mirar el cadáver a la fuerza. Los demás rodeaban la cama y lo tocaban como si fuera un ángel o un santo. Yo no quise hacerlo, no sentí nada.
Los Buitres de la funeraria estaban en el comedor, vestidos como contadores y cobrando por sus servicios con una psicología admirable, hasta que llegó el momento de poner al fallecido en el ataúd.
Lo transportaron envuelto en una sábana y lo depositaron en aquel cajón con delicadeza. Sus hijos le sacaron la argolla de matrimonio para evitar saqueos "post-mortem", le pusieron un rosario y las médallas que obtuvo en la Armada. En ese momento recordé lo mucho que me molesta ser nieta de milico.
Mi prima de 12 años me abrazó llorando, ante tan cruel escena. Supongo que en esa sala yo era la única con la cabeza fría para poder contenerla.
- Javi, vamos al patio. Le propuse, tratando de evitar que su infantil cabecita retuviera esa imágen.
- No, yo me quiero quedar con mi abuelito. Respondió ella, abrazándome más fuerte.
Su tío, "El Innombrable", tuvo la decencia y la deferencia de no asistir.
- Tres cheques. Le explicaba el Buitre a una de mis tías, mientras su compañero sellaba el ataúd con un soplete. Mañana puede solicitar el certificado de defunción y con ese papel tramita la orden de sepultura en el cementerio... Con esa frase terminó su cátedra mortuoria el Buitre-en-Jefe.
Más tarde comenzaron a llegar las primeras coronas de flores para "Duro de Matar" o "Bruce Willis", como sus propios hijos bautizaron al anciano de 79 años, siete by-pass y tres infartos al miocardio en su historial médico.
Abracé a mi padre, quien me contó la historia de las medallas.
- La primera se la dieron cuando ascendió a Sargento primero; la segunda, cuando ascendió a Suboficial Mayor y la tercera se la ganó por estar en servicio activo el 11 de septiembre de 1973.
Prefiero pensar que no estaba orgulloso de esa última condecoración. Esa fue una de las tantas paredes que nos impedía tener una relación abuelo-nieta y que mi papá tanto trató de forzar.
Mis tías trataron de llenarme con pan y café, mientras el resto fumaba en el jardín. En esta familia a nadie le interesa el cáncer al pulmón, ni los infartos al miocardio, ni los by-pass, ni Don Miguel.
ACLARACIÓN: La tercera medalla no la recibió por el 11-S, sino que la recibió de manos de Soledad Alvear al cumplir 20 años de servicio en el Ministerio de Relaciones Exteriores, donde trabajó luego de jubilar de la Armada.
no se si sera parte de aquel juego perverso que es la vida, pero la muerte nunca es algo grato, ni facil de manejar.
ResponderBorrardesde que empece a manejar el mazo tambien he sabido y he sentido cosas, pero a veces es mejor pensar que solo es una coincidencia y que no es parte de ti.
falta tan poco para que termine el año y creo que este ha sido un tanto tragico para ambas, pero esa es la vida y siempre ha sabido como hacernos aprender algo de nuestras caidas.
Lo hizo cuando eramos el RIC, lo siguio haciendo y lo hizo ahora.
te quiero yegua igualada.
es ke me dejaste heLada!
ResponderBorrartu abueLo...yo conocí a tu abueLo, ésa vez qe me Llevaron a La nieve..
Amiiga, La vida es La más sabia, siempre sabe guiarnos hacia eL Lugar indicado, por eL camino qe generaLmente es eL más doLoroso, pero pucha qe enseña.
Ya vas a ver qe todo en La vida tiene una divina razón de ser, por aLgo pasan Las cosas..
Y tú sabi, qe bajo todas Las circunstancias, en cada momento..vamos a estar nosotras..
como ha sido siempre, Las tres.
te adoro negrita =*
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarLa verdad es que de por sí, son situaciones bastante crudas y que nos marcan y aún así siempre hay alguien que pone una nota más, si cabe.
ResponderBorrarSaludos
Chucha...lata lo de tu abuelo..ojalá este mejor...aun así te cuento algo..yo con los mios hasta hace no mucho no me llevaba muy bien, hoy la relación es la raja..los años terminan por unir.-
ResponderBorrarCuídate.-
extraña la relación con los abuelos, en algnos casos son casi padres, en otros, casi extraños
ResponderBorraren mi caso...no sé muy bien....tengo abuelastro....asi que todo es muy confuso
saludos
sabes algo si se murieran mis abuelas, pq no tengo abuelos, creo que no sentiría nada.... si, pq como dices hay cosas que a los niños no se les hace y cuando eres niña uno no entiende que no te quieran, que hagan miles de diferencias con tus primos, que no exista nada para ti, es muy feo.
ResponderBorrarDicen que las experiencias de infancia marcan y no se olvidan, te puedo asegurar que así es y por eso te entiendo... nada, espero que estés tranquila, lamentablemente uno no elige a la familia.... cariños
Tu historia me parece tan familiar aunque por actitudes de las personas a veces las cosas pueden ser tan distintas.
ResponderBorrarMi abuelo también era Suboficial Mayor, el entró de niño a la marina y su educación fue casi auto generada, era un hombre muy culto y capaz de contar las más interesantes historias. Él tuvo la suerte de estar jubilado cuando la armada organizó el golpe de estado del 73, se llevaba como por 7 años con tu abuelo.
Mi abuelo siempre nos agasajó y atendía de una manera sobrenatural al que visitara su modesto departamento en la Población Marina Mercante del cerro Playa Ancha en Valpo.
Mi abuelo fue extremadamente estricto con mi padre y creo por esa razón mi padre nos hizo una imagen propia maquillada a la perfección donde omitió detalles como: su repitencia de curso, sus malas notas, sus clases de mimo y su año sabático; todas las cosas que quizás nos hubiesen acercado más como padre e hija; mi padre cuando se separó de mi mamá nos apartó de toda la familia y todos los acercamientos a mi abuelo y a la familia en general fueron hechos por mí, dada la desagradable situación post separación. No fue hasta casi 8 años después donde ya mi papá se acercó a nosotros con un nuevo hermano y nuevamente logramos estar en armonía familiar, y las cosas volvieron a ser como eran cuando yo era chica; sin embargo si yo le manifestara todo lo mal que él me hizo sentir al dejarnos de lado afectivamente me voy a la cresta, prefiero verlo como un error que cometió en un momento problemático de su vida, lo perdono pero no puedo olvidar su actitud, y ese sentimiento lo transfiero a ser una madre súper presente en la vida de mis hijos, no me interesa lo que ya pasó prefiero hacer las cosas mejor para adelante.
Cuando falleció mi abuelo en diciembre del 2005, los llantos fueron mínimos, nos reunimos toda la familia a despedirnos del él, a contar anécdotas y a reencontrarnos todos en buena onda, incluso mi mamá con la actual esposa de mi papá, con la que soy amiga, comadre y la quiero un montón. Luego los marinos le rindieron merecidos honores y al finalizar el funeral nos fuimos a comer mariscos a Con-Cón.
He soñado mucho con mi abuelo, te dejó un link de algo que escribí pensando en él.
http://lostberry.blogspot.com/2007/11/mano-mano.html
ay Tamy... (soi tu prima Camila*)
ResponderBorrares verdad qe nos toco duro :/
todavia me acuerdo de todo lo qe acontecio este fin de semana :/
me dio lata pensar en lo poqito qe hemos hablado durante estos años y lo mucho qe ablamos y reimos ese dia del velorio del abuelo beto :/ pero despues.. se me paso (: porqe eso me decia qe nuestra vida sigue aunqe dejemos a seres qeridos en el camino... y si vamos a seguir, sigamos unidas entonces, como el club de las primis qe armamos :D xd...
un besito prima, cuiate aaaaaarto y qe te vaia super biem ^^
Camila*
Se ve que posees una verdadera fijación con tu inestabilidad psicológica.
ResponderBorrarOpino lo mismo que tú.
No hay mejor terapia de cristalizar sentimientos y reflexiones en palabras que no se las lleva el viento.
El concepto de tu blog es bastante práctico...
Lo leere más detenidamente algún día, en algún oasis dentro del escaso tiempo que me queda entre la universidad, mi pareja, mis amigos y la torre de dvd`s que me quedan por ver.
saludos.
más que cuento parece capítulo de novela de Fuguet o alguno de esos. no digamos que me mató pero tiene su gracia. me gustaron los momentos hilarantes que le añadiste. le dan su toque.ojalá pueda conocer más de este talento.
ResponderBorrarsaludos.
oieeeee, ia poh para!!!!!!!!!
ResponderBorrarsoyy mas masokista, ii asi criticas a los hombres, cierto que tu haces lo mismo cn el personaje que tu denominas"susodixo", para de hacer el ridiculo, la wea ya paso, ACEPTALO!!!!!!!!!!, te lo digo x k te kiero{, borralo de la mente!!!!!, en too momento lo nombraii, crece!!!!!!, ten un poco de dignidad
supongo que ya sabes kien soy
te kiero, y por eso te lo digo, por que ni tu misma te atreves a pensarlo
te amo
(y no te pongas jidiota, es la pura verdad)
y con respecto al grandpa, CASO CERRAD!!!, si no le dijiste las cosas en vida, ya no keda tiempo, asi es k sigue tu vida, y rescata lo bueno(x ejemplo, la familia que se quiere unir, aunque tu no estabas en ese momento)fue lindo ver como todos se pedian disculpas, hay que construir, no derrumbar.
alguien que te quiere mucho y sabe lo que te dice(ii que supongo que sabras quien es)
uuu cuatico cuando me contaste por msn te juro ke kede mega plop...
ResponderBorrarvenias recien llegando como a las 3 de la mañana...
y tu con una actitud que despues de leer esto entiendo...
pero algo me suponia...
esa noche me corte te juro ke no sabia ke decir...
ke hablar..
nada...
me senti reflejado por casi todo... no me llevaba con mi abuelo, aunque mis primos los adoraban, asi tb mi papa... pero yo no... el viejito no tenia tiempo para mi, los otros nietos tenian mas perfil de nietos regalones parece... no se... sera... pero kede metidismo con el "hay cosas que no se le hacen a un niño"
ResponderBorrar