En esas noches desiertas,
En ese mar de luces amarillas, rojas y blancas,
Donde no existen límites de velocidad.
Donde mis ojos se encontraron con los de alguien que tenía los suyos puestos en mi blusa.
Sexo seguro,
Sexo impoluto,
Sexo efímero y aséptico como un hospital.
No dejes de mirarme a los ojos,
Como un hombre,
Mientras me arrancas el corazón a pedazos,
Pero de a poco.
Arráncame el corazón, antes que sea demasiado tarde
Y me enamore de algún loco que tal vez salga corriendo despavorido cuando se entere,
Después de ver a través de mi blusa.
No es mi corazón lo que importa,
No importa si es rojo, amarillo o negro.
A nadie le importa si es grande o pequeño,
Si está deforme, si tiene grietas o si le faltan piezas.
Arráncame el corazón a jirones,
¡PERO HAZLO CON GANAS!
HAZ QUE EL DOLOR VALGA LA PENA.
Arráncamelo y dáselo a alguien que lo pueda usar,
No es precisamente el corazón lo que interesa ver debajo de mi blusa.
Arráncame el corazón fragmento por fragmento,
Porque yo no lo necesito,
Mira que a falta de oportunidades,
Con el paso del tiempo los músculos se atrofian.
Regálale un trozo a quien lo pida.
Mira, mi amor, que en esta vida no es bueno ser mezquino,
Y hay tanta gente que necesita uno.
Arráncame el corazón con cariño,
Guárdalo en un cubo de hielo
Y abandónalo en la puerta de algún hospital.
En el hospital del sexo higiénico, vacío, insignificante y aséptico.
En el mismo lugar donde mis ojos se toparon con los de alguien que tenía los suyos puestos en mi blusa.
En ese mar de luces amarillas, rojas y blancas,
Donde no existen límites de velocidad.
Donde mis ojos se encontraron con los de alguien que tenía los suyos puestos en mi blusa.
Sexo seguro,
Sexo impoluto,
Sexo efímero y aséptico como un hospital.
No dejes de mirarme a los ojos,
Como un hombre,
Mientras me arrancas el corazón a pedazos,
Pero de a poco.
Arráncame el corazón, antes que sea demasiado tarde
Y me enamore de algún loco que tal vez salga corriendo despavorido cuando se entere,
Después de ver a través de mi blusa.
No es mi corazón lo que importa,
No importa si es rojo, amarillo o negro.
A nadie le importa si es grande o pequeño,
Si está deforme, si tiene grietas o si le faltan piezas.
Arráncame el corazón a jirones,
¡PERO HAZLO CON GANAS!
HAZ QUE EL DOLOR VALGA LA PENA.
Arráncamelo y dáselo a alguien que lo pueda usar,
No es precisamente el corazón lo que interesa ver debajo de mi blusa.
Arráncame el corazón fragmento por fragmento,
Porque yo no lo necesito,
Mira que a falta de oportunidades,
Con el paso del tiempo los músculos se atrofian.
Regálale un trozo a quien lo pida.
Mira, mi amor, que en esta vida no es bueno ser mezquino,
Y hay tanta gente que necesita uno.
Arráncame el corazón con cariño,
Guárdalo en un cubo de hielo
Y abandónalo en la puerta de algún hospital.
En el hospital del sexo higiénico, vacío, insignificante y aséptico.
En el mismo lugar donde mis ojos se toparon con los de alguien que tenía los suyos puestos en mi blusa.