Influencias

miércoles, 4 de diciembre de 2013

La Rebelión Silenciosa


Lunes 3 de noviembre de 2313

Granada, España

Como todos los días, Holger Van der Vogen fue el primero en llegar a su oficina. Su secretaría ya había dejado sobre el escritorio una pequeña bandeja con su taza de café expresso, unas tostadas, el frasco de Nutella y de mantequilla de maní.

El gran ventanal que se encuentra a sus espaldas da hacia la Plaza Nueva de Granada, ciudad que el secretario general de seguridad interior e inteligencia planetaria escogió para establecer su cuartel general, con la venia del emperador Eduardo Videla Stroessner.

España no era un lugar estratégico para instalar dicha institución pública. Es el único capricho que Van der Vogen exigió cuando dejó su puesto disponible en la Dirección de Gendarmería Planetaria.

El obispo Cienfuegos le entrega un porta-documentos que contiene el extracto del Diario Oficial que habla de la entrada en vigencia de la Ley n°56783XC que modifica el código penal planetario y que considera como "atentados contra la autoridad" los ataques en contra de las fuerzas de orden, como la policía y los militares, documento conocido como "Ley Van der Vogen".

Además, hoy mismo debía firmar el decreto ministerial que entrará en vigencia el mes siguiente y que proscribe los partidos políticos, la libertad de reunión y la libertad de expresión.

Con este decreto, todos los medios de comunicación masiva serán expropiados y serán controlados directamente por la Secretaría General de Seguridad e Inteligencia Planetaria (SGSIP).

Ningún medio estará autorizado para publicar o transmitir absolutamente nada, a excepción de del Diario Oficial, el sitio web del Imperio y el Canal Planetario (estatal).

- Todo está saliendo como estaba previsto, mi buen amigo Cienfuegos... A partir de hoy entra en vigor el toque de queda que va a durar 8 meses. Dijo Van der Vogen a su amigo de infancia, mientras engullía sus tostadas y se lamía el pulgar de la mano derecha, cubierto en Nutella.

- Está rico, ¿no quieres un poco? Propuso Holger, acercando la bandeja a Manuel Cienguegos.

- No gracias, ya desayuné. El martes tienes audiencia con el Papa Gregorio. Respondió éste.


Praia da Joaquina
Florianópolis, Santa Catarina
Brasil

 (Foto: Rodrigo_Soldon)

Silvina y Björn están conscientes de que no pueden escapar atravezando el mundo toda la vida. Ambos son personas bastante lúcidas para darse cuenta de que tienen que encontrar un escondite para mi. Sin duda me están buscando en Suiza y en otras partes de Europa.

Björn recuerda que un viejo amigo de la universidad, aburrido de la nieve, del frío y de los días con sólo tres o cuatro horas de sol, dejó todo en Islandia para instalarse en Brasil y poner un bar donde también podría arrendar tablas de surf en la playa.

Adam Jónsdóttir es un tipo enérgico y alegre que junto a algunos vecinos logró construir una cabaña de madera que adaptó como un bar en una de las 43 playas de Florianópolis, en el sector de Lagoa da Conceição.

Nos recibió con una gentileza a la que yo AÚN no estoy acostumbrada a ver en un hombre. Nos sentamos los cuatro en una mesa y le cuento mi historia mientras bebemos una botella de vino.


- Soy Elinor. La hija mayor del emperador Eduardo Videla Stroessner y primera en la línea de sucesión al trono.

Trato de que mi tono sea pausado para que no se me quiebre la voz y relato todo lo que viví en el palacio de Cristal, el régimen alimenticio de Birgit, los planes de mi padre para casarme a la fuerza, cómo Holger me encerró en un hospital psiquiátrico en Suiza y cómo me escapé...

- Cómo... Espere un momento... ¿Su padre iba a casarla a la fuerza con Holger Van der "Verga"?

- Exactamente.

- ¿Cómo lo ha hecho hasta ahora para esconderse? Me imagino que deben  buscarla en cada rincón del mundo, su serenidad.

Entonces levanto la manga de mi blusa y la arremango para mostrarle mi cicatriz de diez centímetros.

- Björn me ayudó a sacarme el chip. Oficialmente soy una paria. Contesté.

- Increíble... Esta gente del Imperio está bien mal de la cabeza. Ok, puede esconderse en mi casa todo el tiempo que sea necesario senhorita. El bar "Três Marinheiros" está a su entera disposición, su serenidad.

- Adam, si eres tan amable, nada de formalidades imperiales conmigo y por favor, tutéame.

Björn y Silvina vuelven a Rosario, donde su madre.

3 comentarios:

  1. Quiero saber cómo sigue la historia de la gran cárcel universal. M foucault y Tamara, González Ayala saben.

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  2. queremos más, queremos más ....

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    1. Anónimo18:06

      Thomas, ahi tiene mas...

      http://julietaurbana.blogspot.fr/2013/12/el-plan-de-los-celtas.html

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